Ay, la ensaladita, el plato eternamente incomprendido e infravalorado. Nunca he llegado a entender esta mala fama, sobre todo porque, en la mayoría de los casos, es mi opción favorita; soy una “salad lover” desde mi más tierna infancia. Aquí te van algunas de las razones de esto:
son divertidas y puedes experimentar con temperaturas, texturas, sabores, … No hay límites
son preciosas, las paletas de colores que puedes crear son increíbles
puedes hacer versiones espectaculares y sofisticadas, o todo lo sencillas que te apetezca
son nutritivas y una excelente fuente de hidratación
…
Podría seguir y seguir. No es mi intención convencerte, para nada, pero aquí te dejo varias de mis ensaladas favoritas por si te apetece darles una oportunidad. Seguro que, una vez te lances a probarlas y estés dispuesto a disfrutarlas, no vas a poder parar.